jueves, 8 de noviembre de 2007

Patrimonios, ¿De quiénes?


El patrimonio arquitectónico urbano forma parte del paisaje producido por el accionar del hombre como productor de cultura, por lo que es importante resaltar sus valores para que la comunidad tome conciencia de la importancia de preservarlo.

La convención de las Naciones Unidas sobre el cuidado del Patrimonio Cultural establece: “...los bienes culturales son uno de los elementos fundamentales de la civilización y la cultura de los pueblos, y sólo adquieren su verdadero valor cuando se conocen con la mayor precisión su origen, su historia y su medio”
Agrega: “...todo Estado tiene el deber de proteger el patrimonio constituido por los bienes culturales existentes en su territorio...”
“...es indispensable que todo Estado tenga cada vez más conciencia de las obligaciones morales inherentes al respecto de su patrimonio cultural y el de todas las naciones”.

Esto nos llevó a reflexionar sobre el rol del Estado a la hora de conservar los bienes públicos; que hacen a nuestra historia y que construyen nuestra identidad como Nación. También nos preguntamos acerca del rol que cumple la ciudadanía en estas decisiones y si los funcionarios públicos atienden de manera adecuada las inquietudes y reclamos de los cordobeses.

Hay que concientizar a la población sobre cuestiones que no se discuten a diario pero que sin embargo, hacen a lo que es hoy Córdoba.

... Un pueblo incapaz de reconocer su propia historia carece
de identidad propia y está librado a los azares de cualquier influencia extranjera.
Las memorias de la ciudad, sus edificios, sus lugares,
son los sostenes físicos de esa historia, de la historia de las comunidades.
La vida moderna exige cambios en las funciones de la ciudad y de sus edificios,
pero la persistencia de algunos hitos memorables impedirá que la comunidad
fluctúe en un limbo fuera del tiempo y del espacio.
La creciente valoración del patrimonio, que se constata en todo el mundo,
es la prueba de la necesidad de las sociedades modernas de mantener raíces
que las liguen a un lugar y que de ese modo den sentido a un proyecto social...

Arq. Marina Waisman

¿Qué nos queda del Palacio Ferreyra?


El imponente Palacio Ferreyra, ubicado en Av Yrigoyen y Chacabuco, Ciudad de Córdoba, para llegar a ser “Museo Superior de Bellas Artes”, ha sido modificado en su arquitectura a puertas cerradas. Desde que la Provincia de Córdoba expropió el inmueble a la familia Ferreyra a fines de 2004 ha sido centro de polémica entre los opositores al Gobierno de De la Sota.

La Provincia comenzó las obras de refacción de “La Casa grande” (como la denominaba su primer dueño, Martín Ferreyra) a cargo del grupo de arquitectos Gramática: Morini-Pisani-Urtubey , sin el permiso de la Municipalidad que se requiere para demoler cualquier construcción en la Ciudad de Córdoba, donde se ubica el Palacio. Además por se considerado Patrimonio histórico de la Provincia de Córdoba y Patrimonio Arquitectónico de la Ciudad requiere de una inspección especial en el cual se verifique que ese valiosísimo patrimonio no se afectado negativamente, entre ellas la Junta Provincial de historia.

Según una nota en La Voz del Interior (ver nota) la Provincia, mediante un proyecto que presentó la Legislatura provincial, sancionó la ley que creaba el museo, sellando la propiedad sobre el inmueble que pasó a llamarse "Museo Superior de Bellas Artes Palacio Ferreyra". El artículo 5º de este cuerpo legal establecía que los planos se mostrarán una vez que las obras estén terminadas.

Es por esta razón que la Municipalidad acudió al Tribunal Superior de Justicia (TSJ) denunciando violación a las normas de edificación. El TSJ en un comienzo tomó una medida cautelar suspendiendo las obras por un tiempo luego se retractó y el 29 de diciembre de 2006 autorizó continuar con las obras a la Provincia con un plazo para presentar los planos del proyecto, que por cierto nunca fueron mostrados.

Otros recursos y denuncias fueron presentados frente al actuar del Gobierno Provincial, entre ellos el recurso de Amici curiae (amigos del tribunal), presentado por prestigiosos historiadores de Córdoba (Juan M. Bergallo, Jorge Maldonado, Carlos Gigena Maldonado y Prudencio Bustos Argañaraz), fue considerado improcedente por el TSJ. También juecistas y radicales intentaron frenar la oculta destrucción de este valioso patrimonio, pero nada surtió efecto. La obra ya está realizada, y si bien, tenemos hoy en Córdoba un importante Museo de Bellas artes abierto a todos, debemos preguntarnos cómo se llegó a esta obra, que se nos perdió en el camino.

El Palacio diseñado por el gabinete francés de Paul Sanson (1836-1918) de Francia, hoy sólo conserva la fachada y el hall de entrada.


"Cronicarte" y "comunicadorescba" entrevsistaron al Lic. Sergio Blatto, coordinador general del Museo Superior de Bellas Artes.Luego de hablar del origen de la idea de hacer un museo en el Palacio, de los proyectos que se presentaron y que, tal cual expresó: "nosotros elegimos el que nos parecía mejor" le preguntamos a quiénes se consultó para realizar las refacciones, si hablaron con la gente de Patrimonio histórico a lo cual respondió un "No se" rotundo.
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Paseo del Buen pastor: su polémica refacción


El edificio de la ex cárcel de mujeres ubicado en la calle Hipólito Irigoyen constituye un bien muy preciado no sólo por su estratégica ubicación, sino por su declaratoria de “Patrimonio arquitectónico urbanístico de la Ciudad”. Ésto está establecido en la lista de bienes con declaratoria que se encuentra en la Secretaría de Patrimonio Cultural en el Cabildo.

Historia del conflicto

Todo comenzó con el proyecto de refuncionalización que presentó el Arquitecto Freddy Guidi y su equipo al Gobierno Provincial, dueño de la ex cárcel. Guidi, en una entrevista realizada en junio de 2006, aseguró que estuvieron trabajando cinco años en el proyecto pero que las presiones desde el organismo oficial para profundizar las demoliciones llegó a ser tal, que se vio obligado a renunciar ante un plan que ya no le pertenecía.

El ya fallecido arquitecto que fue Presidente del Comité Argentino de Icomos (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios) agregó: “Yo luché 5 años para salvar ese edificio y después por gestiones políticas que yo no logro entender cómo se cortó con todo este contacto y se demolió todo, queda la capilla, eso si.” Guidi agrega que esa capilla es una iglesia que fue diseñada para estar conectada con otros edificios, que no tiene arquitectura a su alrededor, y que por lo tanto con el nuevo proyecto quedará una cosa “híbrida”.

Por su parte, el Arquitecto Héctor Spinsanti, Director de Arquitectura de la Provincia, quien estuvo a cargo del proyecto actual de refuncionalización, aseguró en una nota de La Mañana de Córdona, que contempla la conservación y puesta en valor de todas las construcciones que se establecieron en estudios de especialistas e historiadores. “Se propició la demolición de las construcciones sin valor, en muy mal estado de conservación y con una pobre arquitectura a los fines de despejar las construcciones de importancia”, sostuvo el arquitecto.

Diferencias de criterios

“Se ha privilegiado las visuales que desde ambos extremos del edificio sobre Av. Hipólito Irigoyen dejarán ver bellas visuales de la Iglesia de los capuchinos” puntualizó Spinsanti.
Sin embargo, Guidi aseguró: “Si bien yo reconozco que Los Capuchinos sean un testimonio excelente, es también el paisaje urbano. No se puede demoler un Patrimonio para que se vea otro, porque con ese criterio tendríamos que demoler todo el centro de Córdoba para que se vea bien la catedral”“Creo que ahí hay un negocio por detrás, porque hay que tener en cuenta que el terreno del Buen Pastor es valiosísimo, ya que se encuentra en una posición estratégica”.

Lo cierto es que la refacción de la ex cárcel siguió adelante, a pesar de las críticas realizadas por la población y también por personas del mismo gobierno, quienes sorpresivamente fueron cambiados de funciones a cargos inferiores.

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Revista noticias UCC (acerca del cuidado del Patrimonio en Córdoba)